Claudia Coates tiene más tranquilidad desde que recibió tratamiento para una herida dolorosa.
Para Claudia Coates, lidiar con una herida que no se podía ver la estaba afectando física y emocionalmente. Ella experimentaba dolor regularmente y estaba nerviosa y asustada por lo que estaba sucediendo. Después de sufrir sola, habló con su médico que la remitió al Centro de Curación de Heridas del Hospital de Doctores de Laredo.
"Muchos pacientes pueden sufrir los efectos duraderos de la lesión por radiación y es posible que ni siquiera puedan ver signos físicos, pero es importante que las personas sepan que no están solos y que hay tratamientos médicos efectivos disponibles", dice Manuel González, MD, cirujano vascular y director médico del nuevo centro de curación de heridas.
A través de una asociación con Healogics ™, la compañía líder en el cuidado de heridas en el país, el Centro de curación de heridas tiene acceso a una vasta red de recursos y tecnologías de curación avanzadas, que incluyen dos cámaras de terapia de oxígeno hiperbárico, que fueron fundamentales para el cuidado de Claudia.
"La oxigenoterapia hiperbárica apoya la curación al permitir que los pacientes usen los mecanismos de curación naturales del cuerpo", explica el Dr. González. Durante el procedimiento, los pacientes se acuestan en una cámara acrílica transparente que está presurizada para permitir que los pulmones tomen más oxígeno del que lo harían en condiciones atmosféricas normales. Esto puede promover el flujo de sangre rica en oxígeno a áreas del cuerpo que de otra manera el oxígeno no alcanzaría, y ayuda no solo a acelerar, sino a completar el proceso de curación. Otros beneficios pueden incluir disminución de la hinchazón, la formación de nuevos micro vasos sanguíneos y una mayor protección contra la infección.
Este tipo de tratamiento no se recomienda en todos los casos, pero para ciertos pacientes, puede ser beneficioso, señala el Dr. González.
En la segunda semana de oxigenoterapia hiperbárica, Claudia notó una diferencia. Su dolor disminuyó y, lo que es más importante, se sintió más segura y segura de su salud. "Tenía más tranquilidad", recuerda.
Desde que recibió el tratamiento, Claudia dice que ha podido volver a hacer ejercicio sin dolor, y que la preocupación que solía sentir se ha aliviado.
Hoy, ella le agradece a Dios por la oportunidad de ir al Centro de Curación de Heridas. También está agradecida con el personal del centro por su "profesionalismo, atención y unidad". Hicieron todo lo posible para asegurarse de que se sintiera cómoda y segura, señala. "Estaba en buenas manos", dice ella.
Consejos para el cuidado de heridas
- Limpio limpio limpio
- Lávese las manos y use guantes protectores (látex o vinilo) al tratar su herida. Guarde o cambie esos apósitos tal como se le indicó. Mantenga limpias y desinfectadas las superficies donde cambiará los vendajes de las heridas o aplicará ungüentos tópicos.
- Calidad de Sueño
- Tu cuerpo cura la mayor parte mientras duermes. El adulto promedio necesita de siete a nueve horas de sueño cada noche.
- Nutrición
- Pregúntele a un nutricionista sobre los beneficios de las vitaminas como C, B y E, calcio y zinc, y la importancia de una dieta rica en proteínas. Los aminoácidos en las proteínas ayudan a desarrollar los músculos, la piel, las hormonas y el sistema inmunitario.
Si tiene una herida que no mejora después de cuatro semanas o que no cicatriza en ocho semanas, se considera una herida crónica o que no cicatriza. Las heridas tratadas en el Centro de curación de heridas incluyen úlceras por presión (etapas 1, 2, 3 y 4); úlceras (neuropáticas y otras); incisiones quirúrgicas; quemaduras y heridas isquémicas (causadas por un flujo sanguíneo deficiente).